Hay un logro en la carrera de un líder que poco es elogiado por la gente y por el propio líder, y es que se necesita el carácter de una persona muy cabal para reconocerlo; se trata del momento en que la gente a la que dirigió el líder crece hasta superarlo. Es comprensible que sea un logro poco ensalzado, pero no por eso deja de ser impresionante. Basta con recordar que la gran premisa del liderazgo es crear más líderes, y cuando un líder logra potenciar a otro, su capacidad para liderar se vuelve indiscutible y superior. Si una persona crece hasta superar a su líder, el mérito es de la persona en la misma proporción de quien la dirigió hasta ese nivel. Decir que «el alumno superó al maestro» es un elogio igual de importante para el alumno que para el maestro si tomamos en cuenta que fue él quien motivó, desarrolló y confió en la persona. Por otro lado, si las personas no crecen, su liderazgo ha fallado.
Si el crecimiento de la gente es un éxito compartido con el líder que las dirige, ¿por qué a veces llega a sentir un oculto resentimiento por las personas que lo han superado? La respuesta es sencilla, lo creas o no, está en nuestra propia naturaleza humana. La verdadera prueba de las relaciones personales no sólo es qué tan leales somos con las personas cuando fracasan, sino qué tan felices estamos cuando tienen éxito. Cualquier líder puede simpatizar con una persona de su equipo que experimenta una adversidad, pero se requiere de una fina naturaleza para simpatizar con el éxito de una persona que lo ha superado.
Entonces la pregunta es: ¿Qué hacer cuando una persona de nuestro equipo nos supera?
Celebrar el éxito juntos y darle impulso para que vuele más alto.
Es una respuesta inesperada, quizá. Pero el éxito de otra persona no es más que una oportunidad para seguir creciendo como líder. Con frecuencia las mismas características que impiden a un líder celebrar el éxito de su gente son las mismas que frenan su crecimiento: inseguridad, mentalidad de escasez, poca inteligencia emocional, envidia, etc. Por eso, lo mejor que puede hacer es abanderar el éxito de la gente e impulsarla para que llegue más alto, porque si lo hace los ayuda y se ayuda a él mismo a cultivar y a demostrar cualidades, como el carácter y la excelencia, que inevitablemente lo eleven también.
Cómo celebrar el éxito de otra persona
Si la mayoría de la gente fuera honesta, admitiría sus sentimientos de celos o envidia cuando ve el éxito de otros, incluso si son amigos cercanos o personas de las que fueron mentores. ¿Alguna vez has tenido este tipo de sentimientos? ¿Cómo hacer para celebrar con los demás en lugar de ignorarlos o debilitarlos? Inicia con estos cuatro consejos:
1. Acepta que no es una competencia
La parte más difícil del éxito es tratar de encontrar a alguien que esté feliz por nosotros. Si ves a quienes han sido subordinados tuyos como una competencia, jamás sentirás alegría por su éxito. En su lugar sé el tipo de líder que se enorgullece de ellos. Acepta que su éxito no demerita el tuyo, al contrario lo fortalece.
2. Admira
Si miras el éxito, mira también el sacrificio. Reconoce que muchas de las personas que ayer eran tus aprendices y hoy te han superado han sido constantes y diligente. Han decidido pagar el precio de trabajar, esforzarse y mejorar siempre un poco más que los que no lo consiguen.
3. Aprende
El éxito de alguien más no debe ser motivo de envidia, sino fuente de inspiración. Aprovecha a las personas que desarrollaron su potencial para motivarte. Analiza y repite sus acertados modos de proceder. Si una persona que alguna vez estuvo a tu cuidado pudo superarse, tú también puedes. Lo mejor es que la disciplina, la perseverancia y la ética laboral son cualidades reproducibles.
4. Sé un amigo
Cuando celebras el éxito de alguien que te ha superado y demuestras alegría por esa persona te conviertes no en otra cosa más que en un amigo. Un amigo genuino anima y desafía para ser seguir creciendo y para alcanzar sueños, se vuelve importante para ellos. Y si como dijo el autor y motivador Jim Rohn «somos el promedio de las cinco personas con quien más pasamos tiempo», pregúntate: ¿A quién quieres tener cerca?
Conclusión
Se necesita una gran madurez para aceptar que la gente puede superarte. El tipo de madurez que te hace un gran líder, porque, ciertamente, si no puedes manejar una situación que exija cabalidad para celebrar el éxito ajeno, difícilmente podrás manejar situaciones complejas que pongan a prueba tu carácter. Sin embargo, se puede aprender a celebrar el éxito de quienes te han llegado a superar, tan solo con una sencilla pregunta:
¿Cómo quieres que te traten a ti cuando alcances otro nivel de éxito?
La regla de oro dice: trata a los demás como quieres ser tratado. Entonces demuestra a aquellos que se han superado el mismo afecto que quisieras recibir de tu líder el día que alcances un nivel más alto. Recuerda que el éxito de alguien que está o estuvo a tu cargo es un éxito tuyo también. Cuando comiences a extenderles la mano y a celebrar sus logros te darás cuenta de que eso trae la misma dicha que tus propios logros como líder.
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Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell