¿Qué conducta quieres ver en la gente de tu equipo? ¿Las personas muestran ese comportamiento que esperas en ellas? – Es muy sencillo para un líder no solo esperar, sino además exhortarle a la gente que demuestre una conducta impecable en el trabajo. Y si la gente falla en su comportamiento, también es fácil sentirse tentado a culpar a las personas y hacerlas responsables por su falta de disciplina y compromiso, sin hacer siquiera el intento de mirarse a sí mismo como el principal agente de cambio en la gente. Sin embargo, la realidad es que es el líder quien marca la pauta para los demás. La conducta que esperas de la gente la debes ejemplificar con tus acciones. No esperes que las personas sean lo que tú no eres. Si eres coherente, los resultados serán congruentes. Si no hay coherencia entre lo que dices y lo que haces, no esperes que la gente actué de diferente manera.
¿Por qué es tan importante el ejemplo que das como líder?
Los líderes marcan el paso de todas las personas que trabajan para ellos. Por lo tanto, necesitan ser lo que quieren ver en los demás. A continuación, se explica en siete puntos como tu comportamiento afecta los aspectos más importantes de un equipo de trabajo
1. Tu conducta determina la cultura del equipo. Tu comportamiento define el comportamiento de la gente. Si quieres, por ejemplo, inculcar un valor particular en la cultura del equipo, necesitas entonces demostrar con acciones propias ese valor. La filosofía y la manera de pensar del líder se convierte con el tiempo en la filosofía y el pensamiento del equipo. Los valores y las formas de trabajo que comparten son, en general, lo que el líder enseña con sus acciones diarias.
2. Tu actitud determina el ambiente de trabajo. Si alguna vez has trabajado para alguien que tiene una actitud pesimista, sabrás que la mayoría del tiempo el ambiente de trabajo es difícil. Lo contrario de trabajar para alguien cuya actitud es optimista y dinámica. La actitud de un líder regula el ambiente de trabajo. Si tu actitud es buena, la atmósfera es placentera y el ambiente se vuelve fácil para trabajar. Pero si la actitud es mala, el ambiente es insufrible. Nadie quiere trabajar en un ambiente complicado.
3. Tus principios determinan las decisiones de la gente. Tus principios se demostrarán en las decisiones de tu personal. Si eres un líder que busca atajos, entonces la gente tomará decisiones donde sea más importante la velocidad que la calidad. Si tratas bien a la gente, entonces el personal tomará decisiones donde se interese por las otras personas. De igual manera, si exhibes la más mínima tolerancia a la deshonestidad, entonces con seguridad que alguien del equipo pensará que está bien tomar decisiones que violen los parámetros de la integridad.
4. Tu interés con las personas determina lo que recibes de ellas. La única forma de obtener un beneficio con las personas es invertir en ellas. Si te interesas para que las personas se desarrollen, recibirás un mejor trabajo por parte de ellas. Tu problema es que con frecuencia te enfocas en pedir en lugar de dar, y sin desarrollar y capacitar a la gente esperas que hagan un excelente trabajo, pero no serán capaces. Debes demostrar tu interés en ellos, de lo contrario entregarán un trabajo mediocre o mediano.
5. Tu carácter determina la confianza del equipo. La confianza no se asume simplemente porque tener una posición en el liderazgo. La confianza se debe ganar, y por lo general se gana cuando demuestras tu carácter e integridad en situaciones difíciles, cuando decides lo que es correcto en lugar de lo que es fácil. Si con frecuencia culpas al equipo, no confiarán en ti. Pregúntate ¿Tu equipo cree que cuidas de ellos? ¿O te cuestionan cada vez que haces algo por temor a salir perjudicado?
6. Tu ética de trabajo determina la productividad. Eres tú quien marca el paso en lo que respecta a la productividad. La gente no quiere ser improductiva y perder el tiempo si ven que su jefe trabaja con empeño y compromiso, al contrario, rápidamente tomarán tu paso. Si deseas que tu personal siempre esté trabajando, debes hacerlo también.
7. Tu crecimiento determina el crecimiento del equipo. Si como líder no te mantienes en continuo crecimiento, serás el tope de crecimiento de tu gente ¿Por qué? Porque enseñas lo que sabes. No puedes darles a las personas lo que no tienes. Si te concentras en crecer, en primera tendrás más para enseñar al equipo y en segunda darás el ejemplo de lo que el desarrollo personal significa.
Conclusión
Es verdad que las personas se vuelven como sus líderes. Ellos son influidos por los valores de quien los dirige. Adoptan sus métodos de trabajo, ideas, incluso hábitos y peculiaridades. Por esa razón debes ser consciente de la conducta que estás demostrando antes de criticar a las personas que trabajan para ti. Si no te gusta el comportamiento de tu gente, debes fijarte en el comportamiento tuyo, primeramente.
‹‹Predicar con el ejemplo›› es una afirmación muy utilizada para orientar a los líderes, y es que tiene mucho valor. Puedes tener pocas habilidades para dirigir a la gente o pocas cualidades de líder, pero si tan solo adoptas una excelente conducta que pueda ser un ejemplo para los demás, tendrás la capacidad de llevar a un equipo a cumplir los objetivos. Y si trabajas en tus capacidades y comportamientos, asegúrate de no cometer el error que cometen muchos líderes, el error de mejorar y con ello subir el listón a la gente hasta que esta comience a frustrarse por no alcanzar tan altos estándares. Tan importante es dar un ejemplo excepcional como saber que esperar de la propia gente. En esa sensibilidad se encuentra la diferencia entre un buen líder y un gran líder.
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- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell