Los seis estilos de liderazgo de Daniel Goleman
El liderazgo orientativo se caracteriza por brindar una dirección clara y específica a los miembros del equipo, estableciendo metas claras y proporcionando un enfoque estructurado para lograr resultados.
¿Qué es el liderazgo orientativo?
De todos los tipos de liderazgo en la administración, el estilo orientativo es el que genera el mejor clima organizacional. El principal rasgo de un líder orientativo es su autoconfianza para fijar nuevos objetivos y dirigir la atención del colectivo hacia los mismos. Es muy empático; invierte su tiempo en conocer muy bien a su equipo de trabajo. Comprende sus puntos de vista y se interesa activamente en sus preocupaciones, contrario a un líder coercitivo que se preocupa por favorecer a la operación y no tanto a los intereses de la gente. Esas características le permiten motivar y llevar a las personas en una nueva dirección para buscar el éxito del equipo y consigue un genuino compromiso por parte de todos para el cumplimiento de las metas.
El líder que ejerce el estilo de liderazgo orientativo (también llamado liderazgo visionario o autorizado) siempre explica los estándares que se esperan cuando delega un trabajo y cómo ese trabajo contribuye a la visión de la empresa. Cuando brinda un feedback sobre desempeño –ya sea positivo o negativo–, todas las veces es para explicar cómo el desempeño favoreció o no a la visión. Por consecuencia, las personas tienen claro cuáles son los estándares para el éxito y cuáles son las recompensas.
El siguiente es un caso de un supervisor de producción que utilizó el estilo de liderazgo orientativo, según su definición. Es un ejemplo de cómo poder aplicarlo con éxito en nuestro equipo de trabajo.
CASO
Javier era Supervisor en una línea de ensamble final de motocicletas de baja gama que atravesaba un periodo de dificultades. No hace falta decir que el débil desempeño del área preocupaba a los Jefes y Gerentes de producción, pero éstos no sabían qué hacer. Todos los lunes se reunían para revisar sus indicadores, luchando por encontrar soluciones. Para Javier, el enfoque no tenía sentido: “Siempre estábamos tratando de comprender por qué nuestros rechazos por parte de los clientes habían aumentado la semana anterior. Teníamos a toda la empresa mirando hacia atrás, en vez de resolver qué debíamos hacer mañana”. Fue entonces que vio una oportunidad para cambiar la forma de pensar de la gente. En una reunión con su gente, la conversación comenzó con las mismas obviedades de siempre: la empresa seguía perdiendo dinero por un alto porcentaje de retrabajos y reclamos de clientes por fallas en el producto. Se tenían que reducir estos costos. Él creía que esa información no tenía el poder de inspirar a un operador a ser innovador o a hacer un trabajo que fuera mejor que la media. Entonces realizó una movida audaz. En medio de la reunión, hizo un apasionado llamado para que sus operadores pensaran desde la perspectiva de los clientes.
“Los clientes quieren funcionalidad y seguridad garantizadas en una motocicleta en la que invirtieron gran parte de sus ahorros”, dijo. La empresa no estaba en el negocio de ensamblar motocicletas, estaba en el negocio de distribuir un medio de transporte eficaz y económico que le permite a muchas personas llegar a su destino, el cual la mayoría de veces es el lugar donde trabajan. Aquella noción –y ninguna otra– debería impulsar todo lo que la compañía hacía. Con su vibrante entusiasmo y visión clara –sellos del estilo orientativo–, Javier llenó un vacío de liderazgo en la empresa. De hecho, su concepto se convirtió en el corazón de la nueva declaración de la misión. Pero este radical avance conceptual fue sólo el principio. Él se aseguró de que esa declaración se incorporara al proceso de planificación estratégica de la empresa como impulsor del crecimiento, y garantizó que la visión fuera articulada de modo tal que los participantes en el ensamble de las motocicletas entendieran que ellos eran la clave del éxito de la compañía y tuvieran la libertad para descubrir nuevas formas de mejorar su propio proceso para aumentar la calidad del producto. Los cambios no se hicieron esperar. En cosa de semanas, muchos operadores y líderes comenzaron a proponer mejoras en las líneas de ensamble. Mejor aún, también participaron con entusiasmo en la implementación de dichas mejoras.
El éxito de Javier no fue casual. De los seis estilos de liderazgo, el estilo de dirección orientativo es altamente eficaz para dar un golpe de timón a las cosas. El líder actúa con claridad, es un visionario; motiva a las personas, aclarándoles cómo su contribución calza dentro de la visión y misión de la empresa, lo que da un significado a su trabajo. Las personas que trabajan para líderes con estás cualidades entienden que lo que hacen es importante.
Finalmente, este estilo tiene un gran impacto sobre la flexibilidad. Un líder orientativo está orientado a resultados, es decir, determina las tareas y los objetivos, pero por lo general les da a las personas una gran libertad de acción para que encuentren sus propios medios. Los líderes orientativos le dan a la gente la libertad para innovar, experimentar y tomar riesgos calculados.
Ventajas y desventajas del liderazgo orientativo
Debido a su impacto positivo, el estilo orientativo funciona bien en casi cualquier situación. Pero es particularmente eficaz cuando un área de la empresa, o la empresa misma está a la deriva. Un líder orientativo establece un nuevo curso y vende a su gente una visión renovada y de largo plazo. Como todos los estilos, tiene aspectos positivos y negativos. Por potente que sea, el estilo orientativo no funcionará en todas las situaciones. Por ejemplo, este enfoque falla cuando un líder trabaja con un equipo de expertos o pares que tienen más experiencia que él; éstos podrían ver en él a alguien poco realista, como un personaje pomposo y paternalista. También hay otra limitación en este estilo de liderazgo: si un líder trata de ser orientativo y se vuelve arrogante, podría socavar el espíritu igualitario de un equipo eficaz. A pesar de estas advertencias, un líder inteligente escogería con más frecuencia el estilo orientativo, en lugar de no hacerlo. Tal vez esto no garantice acertar con un solo golpe, pero ciertamente ayuda en un resultado en el largo plazo.
En el libro Cómo ser un líder, Daniel Golema hace una magnifica comparativa entre los seis estilos de liderazgo más eficaces basados en aptitudes de Inteligencia Emocional, y nos enseña a utilizarlos para generar un impacto positivo en el clima emocional de la organización. Es uno de los mejores libros de liderazgo de todos los tiempos.
Resumen del liderazgo orientativo
El modus operandi del líder.
Guía al grupo; moviliza a las personas hacia una visión.
¿Qué frase define al líder afiliativo?
“Ven conmigo”
Competencias
Autoconfianza, empatía, catalizador del cambio.
¿Cuándo funciona mejor?
Para brindar una visión nueva u orientación clara.
¿Cuándo no funciona?
Cuando las personas del equipo son expertos y tienen mayor experiencia que el líder.
Impacto general sobre el clima
El más fuerte positivo.
Temario
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Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell