En el libro I de La riqueza de las Naciones, Adam Smith deja claro que la manera de salir adelante de las empresas es dividir el trabajo en pequeñas tareas que puedan ser desarrolladas por gente especializada en la labor y capaz de ahorrar tiempo y seguir instrucciones. Hace casi 300 años que se escribió la riqueza de las naciones. Son tiempos diferentes y hoy nos encontramos en conflicto, porque en momentos de cambio, lo último que necesitamos es ser lectores de manuales; ejecutores.
Hace tiempo llegar a un empleo y entregar resultados, seguir instrucciones y hacer lo que nos pedían era suficiente para obtener beneficios. Hasta nos daban la oportunidad de la permanencia laboral. Pero esos empleos de poco riesgo y mucha estabilidad que tres cuartas partes de nosotros anhelamos están desapareciendo. Ahora vivimos en un mundo en el que los beneficios ya no se encuentran en el hecho de seguir las normas, ya no puedes limitarte a ser bueno, obediente y una persona de fiar, -y esto no es una apología sobre el caos ni la rebeldía o la insubordinación, sino es una invitación hacia la osadía de convertirse en alguien imprescindible, alguien que no sea tentado a volverse invisible-. Un camino es el liderazgo. Nuestro empleo ya no puede ser es ese lugar donde el trabajo organizado coincide con el capital humano paciente. Tenemos que crear ímpetu, tenemos que convertirnos en líderes. La pregunta que nos queda responder es: ¿Qué es lo que nos convierte en líderes?
Kobun Chino Otowaga, fue un maestro japonés, mentor espiritual de Steve Jobs. En alguna ocasión fue invitado a una presentación de kyudo -el arte del tiro con arco-. Llegado el día, alguien colocó una diana en la parte más alta de una loma junto al mar. El maestro se alejó a una distancia considerable del blanco, se preparó y finalmente, disparó. La flecha pasó silbando por encima del blanco y se dirigió hacia el cielo para acabar cayendo al agua.
«¡En el Blanco!» –gritó entonces el maestro, dejando, lógicamente, a todo el mundo confundido. Y es que tan solo demostró lo que dijo, en cierta ocasión el filósofo Arthur Schopenhauer, «el genio es el que acierta en una diana invisible para otros». No es de sorprenderse que Kobun Chino fuera maestro de Steve Jobs. Entre los blancos invisibles en que acertó Jobs, se halla el ordenador accesible a todo el mundo, la Macintosh, una idea inconcebible para todos en aquel entonces.
Regresando a la pregunta: ¿Qué te convierte en un líder? El punto de inflexión en el que dejas de ser un excelente gestor y te conviertes en un líder es:
cuando diriges tu atención hacia un objetivo invisible para los demás y además diriges eficazmente la atención colectiva.
Es decir, centras tu propia atención a un objetivo intrépido -fuera de los límites de tu campo de acción- y luego diriges la atención y el trabajo de los demás en esa dirección. En ese punto te haces líder, porque estás generando ímpetu en toda la extensión de la palabra, te estás volviendo imprescindible.
No es una tarea sencilla. El éxito de convertirte en un líder depende de tu capacidad para centrar la atención en el lugar y momento adecuados para detectar las tendencias, problemas y realidades. Pero también depende de tus habilidades sociales que movilicen el ingenio humano necesario para llegar hasta donde pretendes llegar; debes de ser capaz de transmitir tu estrategia con pasión y habilidad, apelando a la empatía emocional.
Es posible que exista fricción antes de convertirse en un líder. “Ni siquiera tengo equipos a mi cargo” “no desempeño en un nivel jerárquico alto” “en la empresa no me permiten propuestas” “no soy emprendedor” “mi trabajo es muy sedentario”. Pero, la razón de este proyecto llamado Be Líder se fundamenta en la premisa de que el liderazgo no es propio de la alta dirección y en el supuesto de que en las empresas abundan los gestores y los líderes escasean. Estoy completamente convencido que desde donde estás puedes generar movimiento y convertirte en un líder.
El proceso comienza cuando intentas reorientar lo que hasta entonces ha sido habitual para todos. Pero, para dar con una estrategia nueva, necesitas ver las cosas desde una nueva posición que los demás no hayan advertido. Y es que, aunque todo el mundo tenga acceso a las oportunidades, solo unos pocos, ponen atención y las tienen en cuenta.
Lo interesante es que una vez que hayas hecho tu primera hazaña, te conviertes en una persona de propuestas. Y hoy más que nunca tenemos la oportunidad para proponer humanidad, conexión, ideas, arte. Convertirte en jugador clave, del que resulta difícil de prescindir, la persona alrededor de la cual se puede construir algo interesante, alguien que impresione por acertar en blancos invisibles para todos los demás.
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Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell