La labor de la persona que tiene la responsabilidad de llevar un equipo de producción hacia el cumplimiento de objetivos, es una labor no menos que admirable.
Enfrentar la complejidad de la operación de tal manera que no se vuelva caótica se logra con prácticas y procedimientos previamente establecidos. Esta tarea se llama gestión. La buena gestión aporta un grado de orden y consistencia a dimensiones clave como la calidad, la seguridad y la productividad. En contraste con la gestión, también se ocupa la capacidad para enfrentar los cambios que son cada vez mayores para sobrevivir y competir eficazmente. Es cuando aparece la palabra liderazgo. Un líder visualiza los cambios necesarios en la operación, prepara el terreno y lleva al equipo hasta allá. ¿Y por qué es una labor admirable la del supervisor de producción? Porque es un verdadero desafío combinar un liderazgo fuerte con una gestión fuerte. El Supervisor debe tener la capacidad de combinar ambas cosas.
Para dominar estas capacidades, se necesitan cualidades muy específicas que siempre se pueden cultivar. Entre las más importantes, sino la más importante, es la capacidad de relacionarse con la gente para lograr que avancen en la misma dirección. El Supervisor en su noble intento por relacionarse con la gente para gestionar la operación y liderar los cambios, examina a su equipo de trabajo para encontrar las áreas de oportunidad de cada persona, pero se olvida de la primera y más importante persona a quien debe examinar, él mismo.
En el camino de convertirte en un mejor líder, la pregunta que debes responder es:
¿Me he examinado a mí mismo(a) y he asumido la responsabilidad por quién soy?
Si no eres consciente de quién eres y de lo que haces, con frecuencia dañaras la relación con tu equipo de trabajo y la operación también puede perjudicarse. Los siguientes son los puntos que caracterizan a un excelente líder y supervisor, y se consideran esenciales en la práctica para ejecutar la labor de la supervisión exitosamente.
Se conoce bien primero él mismo
La naturaleza humana parece dotar a las personas con la capacidad de evaluar a todo el mundo excepto a ellos mismos. A veces no tienes una imagen clara de quien eres y tiendes a considerarte como una víctima de las circunstancias. Muy pocos tienen consciencia de sí mismos. Las personas que se conocen poseen inteligencia personal interior. Alcanzar esa clase de consciencia no es fácil para la mayoría pues es un proceso que a veces puede ser lento y requiere de un esfuerzo intencional, pero una vez estés ahí, tendrás una visión completa del estrecho que separa a la persona que eres de la persona que quieres ser.
Se relaciona bien consigo mismo
“Si usted no se siente cómodo consigo mismo, no puede sentirse bien en relación con los demás”.
Sidney J. Harris
Si como supervisor o líder no crees en ti mismo, siempre sabotearás la relación con tu equipo de trabajo. No importa cuán duro trabajes, no podrá llegar muy lejos en tu profesión si eres un líder deficiente.
La imagen que tengas de ti mismo restringe tu capacidad para desarrollarte. Una imagen propia negativa impedirá que una persona talentosa alcance el éxito, y aunque un supervisor con una imagen deficiente de sí mismo logre algún éxito, esto no durará pues tarde o temprano la persona se bajará al nivel de sus propias expectativas. Tienes que ser primero tu propio mejor amigo. ¿Cómo puede uno ser el mejor amigo de alguien a quien no conoce o que no le gusta? Es imposible. Por eso es tan importante descubrir quién eres y esforzarte en llegar a ser alguien a quien respetas, admiras y encuentras agradable.
Sabe que es la primera persona que se creará dificultades
El comediante Jack Parr dijo: ‹‹Al mirar atrás, mi vida parece como una larga carrera de obstáculos, y todo parece indicar que yo fui el mayor obstáculo››.
Eres la persona responsable por la mayoría de tus dificultades en la operación. No obstante, puedes mejorar si estás dispuesto a mirar en el espejo y ser sincero con respecto a tus deficiencias, fallas y problemas. En la mayoría de las situaciones, el problema eres tú. Tus pensamientos, tus imágenes mentales, tus expectativas, tu actitud o tu preparación constituyen los obstáculos más grandes para tu éxito. Por eso debes examinarte de una forma realista.
Sabe que es la primera persona a quien debe cambiar
El Supervisor que experimenta dificultades, muchas veces es tentado a mirar a todos menos a sí mismo para explicar un problema (por ejemplo, a las áreas de servicio: mantenimiento, ingeniería, calidad, finanzas, seguridad y cuidado ambiental). No obstante, siempre debes empezar haciendo un examen objetivo de ti mismo y debes estar dispuesto a cambiar todas las deficiencias que tengas. Samuel Johnson, poeta y crítico literario resume de forma imperativa la importancia de la responsabilidad propia en una sola frase: ‹‹Aquel que tiene tan poco conocimiento de la naturaleza humana como para buscar la felicidad por medio de cambiar cualquier cosa que no sea su propia disposición, desperdiciará su vida en esfuerzos infructuosos y multiplicará las aflicciones que tanto desea evitar››.
Es el primero que puede hacer una diferencia
Es muy cierto que ningún logro significativo puede hacerse realidad por medio del esfuerzo individual. Sin embargo, todo logro significativo empieza con la visión de un individuo. Esa persona es el supervisor. Él o ella no sólo posee la visión, sino que también asume la responsabilidad de transmitirla a otros.
Si verdaderamente estás comprometido en tu crecimiento profesional, aprender y dominar habilidades de gestión es igual de importante que aprender habilidades de liderazgo. Sin embargo, el autor John P. Kotter, experto en liderazgo, escribe: ‹‹Actualmente, la mayoría de las corporaciones son gestionadas en exceso y débilmente lideradas. Necesitan desarrollar la capacidad para ejercer el liderazgo››. Puede o no ser tu caso como supervisor, pero estas de acuerdo que, incluso si fueras un líder fuerte, siempre puedes ser mejor. Y mientras mejoras tu capacidad para liderar, debes recordar que un liderazgo fuerte con una gestión débil no es mejor.
Conocerte es el primer paso hacia el mejoramiento, pero la labor de autoevaluarte es ya por sí sola una habilidad que se aprende y que la mayoría de los líderes y supervisores de producción omiten. Si se domina y se utiliza con frecuencia, el proceso de crecimiento es más efectivo.
Para terminar, hagamos un ejercicio de introspección con una sencillas pero interesantes preguntas. Respóndelas como el inicio de un proceso de autoconocimiento y como primer eslabón en el camino de convertirse en mejores líderes y supervisores.
· ¿Cuándo, dónde, durante cuánto tiempo y con cuánta frecuencia examinas tu carácter, conocimientos, habilidades, revisas tus hábitos y sometes a críticas tus prácticas?
· ¿Cómo te describes a ti mismo?
· ¿Has experimentado más victorias o derrotas en la vida?
· ¿Qué esperas que te depare el futuro?
· ¿En qué área necesitas experimentar más crecimiento?
· ¿Has asumido la responsabilidad por ello?
· ¿Cuál es tu plan para mejorar en esta área?
· ¿Le has dedicado recursos?
El liderazgo no debe ser algo místico y misterioso para el supervisor. No tiene nada que ver con tener “carisma” u otro exótico rasgo de la personalidad, al contrario, se puede mejorar, y el primer paso es conocerse a sí mismo.
Ya se dijo que un liderazgo fuerte con una gestión débil no es mejor. Pero un excelente supervisor será recordado no por su capacidad de gestión, sino por su liderazgo.
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Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell