Adquirir experiencia y conocimiento en el área que le compete, es una de las más grandes retribuciones que un líder puede obtener con el tiempo. No solo acrecienta su valor porque le dota de competencias para visualizar problemas y desarrollar soluciones, sino que el conocimiento por sí mismo reduce inevitablemente la fricción en la distinguida tarea de dirigir a un equipo.
La experiencia y el conocimiento son buenos cuando se utilizan y se comparten. Sin embargo, también son atributos capaces de desvirtuar la imagen que los líderes, principalmente soberbios y malintencionados, ven en sí mismos. Esto los lleva a caer en una de las más comunes trampas del aprendizaje, ya que si conocen bien su trabajo -o creen que lo conocen-, con el tiempo van modificando su actitud hacia una más abrasiva en la que aparentemente “lo saben todo y es difícil que alguien pueda enseñarles algo nuevo, en especial un subordinado”. ¡Nada más lejos de la verdad! En el momento en que un líder, motivado por un falso concepto de superioridad, decide que nadie más puede enseñarle algo nuevo, se encuentra en la peor posición para seguir creciendo.
La vida en general es un camino de aprendizaje continuo y nunca mejora hasta que te mejoras a ti mismo. La próxima vez que pienses, ya sea por la experiencia, por tus éxitos pasados o por la buena reputación que te has hecho que nadie más puede enseñarte algo, recuerda que:
Siempre es posible aprender lecciones valiosas en circunstancias improbables de las personas menos probables.
Actitud para el aprendizaje
Todo el mundo tiene algo que compartir y algo que enseñar a quien tiene la actitud correcta. A continuación se muestran los tres tipos de actitud que un líder puede mostrar al hora de aprender de los demás.
Actitud arrogante
Es fácil creer que el conocimiento hace mejores a las personas y les acerca al éxito. Sin embargo ¿Cuántos líderes conoces que han recibido un vasto entrenamiento y no quieren oír las sugerencias ni las opiniones de los demás? ¡Muchos creen que se las saben todas! Una persona así puede volverse incapaz de recibir una consejo de alguien más porque se considera un experto. La realidad es que nadie es demasiado viejo, demasiado inteligente o demasiado exitoso como para aprender algo nuevo. Y ¡ojo! Que se está poniendo en tela de juicio a la actitud arrogante de un líder que cree tener vastos conocimientos. Sin embargo, un líder que se vuelve arrogante por el estricto argumento de su posición, pasa de estar en el dominio de una mala actitud al dominio de la insensatez.
Actitud Ingenua
El líder que reconoce que todavía le falta crecer con frecuencia busca un mentor. En general esta es una buena decisión, sin embargo, es ingenuo que los individuos crean que pueden aprender todo lo que necesitan saber de una sola persona. Las personas no necesitan un mentor, sino muchos mentores de los que puedan aprender habilidades, técnicas, conocimientos y experiencias diferentes.
Actitud correcta
Los líderes que más aprenden no siempre siempre son los que pasa tiempo con otros más inteligentes, sino los que tienen una actitud educable. Cada persona tiene algo que compartir, puede ser una lección aprendida, una observación o una experiencia de la vida. Tan solo necesitas estar dispuesto a escuchar. De hecho, la gente con frecuencia te enseña cosas cuando ni siquiera se propone a hacerlo. El único momento en que otros no pueden enseñarnos algo es cuando no estamos dispuestos a aprender.
Tú crecimiento dependerá únicamente de tu actitud para aprender de otras personas. Juzgarlas por su apariencia, su educación o por la edad antes de permitirles compartir lo que tienen para dar, es el error más grande que puedes cometer, porque por difícil que parezca, cualquier persona de tu equipo tiene algo que dar. ¿Cómo saber si tienes la actitud correcta? Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué factores, tales como la apariencia, la posición, la edad o el nivel jerárquico determinan para mí si una persona puede enseñarme algo o no?
- ¿Creo que prejuzgo con rapidez si puedo aprender de otra persona?
Las respuestas a tales preguntas te darán un indicio sobre si eres o no una persona dispuestas o un persona con un sentimiento de superioridad que provoca un trato distante hacia los demás.
Conclusión
¿Qué clase de actitud tengo para aprender de otras personas? Cuando adoptas la actitud correcta estás en el mejor lugar para aprender de otros. Si reconoces que puedes aprender algo de cualquiera, quiere decir que cualquiera puede aprender algo de ti y eso se vuelve interesante. El aprendizaje entre el líder y los subordinados es un gran factor que fortalece el compañerismo y refuerza los lazos de amistad y confianza. Si no demuestras la capacidad para actuar con humildad, nos esperes que las personas muestren una actitud diferente.
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- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell