Las tan “trilladas” aseveraciones: ‹‹el talento no es suficiente›› y ‹‹el conocimiento por sí solo no basta››, dejaron de ser trilladas cuando en las organizaciones actuales se comenzó a ensalzar más la proeza que supone desarrollar competencias y habilidades técnicas (hard skills) para subir el listón de los objetivos cueste lo que cueste y menos las competencias interpersonales (soft skills) a causa de una aparente “pérdida de tiempo”, sin tomar en consideración todos los inconvenientes que suelen acompañar a este sesgo, como la falta de empatía, falta de ética y la tendencia a pasar por encima de la propia gente para lograr el cometido incluso si se desarrolla un clima despojado de confianza y lealtad. Pero, cuando los líderes que exceden en talento y conocimiento se acercan al éxito pero no lo experimentan a razón de una muy remarcada torpeza para dirigir al equipo, el aprendizaje de estas habilidades interpersonales dejan de ser una pérdida de tiempo y se convierten en prioridad.
Y es que una buena relación con las personas no es una opción en el liderazgo, sino el ingrediente principal que les permite trascender. La habilidad para desarrollar buenas relaciones con las personas del equipo no se basa en algún talento mágico, aunque algunas personas han nacido con instintos fuertes. Para la mayoría es posible aprender dichas habilidades. A continuación se enumeran seis consejos importantes para ayudarnos a desarrollar tales destrezas:
1. Deja de enfocarte en ti y enfócate en la gente. Los líderes que se enfocan en sí mismos en lugar de prestarle atención a los demás, con dificultad edifican relaciones positivas duraderas. No se ganan la simpatía de las personas porque en sus conversaciones siempre son el tema principal y dejan aburridos a los demás. En lugar de eso, debes convertirte en un buen oyente. Anima a las personas a hablar de sus vidas. Presta atención a sus intereses o pasatiempos. Haz preguntas sobre su familia, conoce sus historias, descubre sus mejores habilidades. Las personas que sienten tu atención por lo regular son las mismas que ofrecen su apoyo incondicional.
2. Preocúpate por la gente. Aunque seas un líder con una gran experiencia y vastos conocimientos, a la gente no le interesará acercarse a tí sólo hasta que sepan cuánto te preocupas por ellos y por su crecimiento. Todas las destrezas que puedas tener no impresionan tanto como la preocupación empática. Además, pocas cosas tienen tanto efecto para crear un lazo duradero que aprender y recordar algo acerca de las personas.
3. Jamás menosprecies el valor de nadie. Uno de los peores errores que un líder comete es juzgar a la gente por su nivel de experiencia, conocimiento, nivel jerárquico, o aún peor, por su nivel socioeconómico, incapaces de aportarle algún valor, y evitan estar cerca de ellos. Pensar de esa manera daña mucho la relación con el equipo, porque es hiriente para quien es víctima del rechazo y todo el equipo nota tan despectivo comportamiento. No cuesta mucho hacer que una persona se sienta importante y respetada, pero hace una gran diferencia.
4. Comparte valor con la gente. Para fortalecer tu relación con las personas, cuando converses con ellas llévales algo positivo: alguna idea, alguna oportunidad, una solución o un consejo. Y no sólo estés dispuesto a dar, sino también a recibir. De hecho, una de las mejores maneras de comenzar una relación es la de pedir ayuda o consejo. A las personas les gusta lucir su conocimiento y experiencia porque las hace sentir respetadas y honradas, pero también les agrada sentir que han ayudado a otro.
5. Usa el conflicto para fortalecer las relaciones. El conflicto en cualquier relación de trabajo es natural y saludable. El daño sólo ocurre cuando reaccionas mal con la otra persona. Trata de emplear el conflicto como herramienta para pasar más tiempo y aprender más acerca de los otros. Si tienes la capacidad para superar el conflicto con madurez, las relaciones se vuelven fuertes y profundas.
6. Sé creíble. Pocas cosas pueden echar a perder una amistad más rápido que una confianza rota. Esto sucede cuando alguien no es coherente, cuando sus palabras no concuerdan con sus acciones o cuando deja de cumplir con sus obligaciones. La relación con el equipo se echa a perder cuando el líder no es confiable, así que mantén tu palabra.
La característica personal que más necesita un líder para alcanzar el éxito es la habilidad de trabajar bien con el equipo y depende en su mayoría del sentimiento que hacemos experimentar a la gente. Si se siente bien contigo, tienes una gran probabilidad de éxito. Si su reacción es desfavorable, entonces estás perdido. El pecado mortal en tus relaciones con la gente es no valorarlas. No hacer el esfuerzo continuo de actuar y decir cosas que les haga admirarte, confiar y sentir el deseo de trabajar contigo para alcanzar los objetivos del área o de la empresa.
Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell