Creemos que solo las personas con una inteligencia prodigiosa son naturalmente creativas y que tienen la capacidad de decidir el rumbo de las cosas, mientras que la mayoría tiene pocas ideas originales y solo nos queda seguir a quienes sí tienen grandes ideas. Creemos que algunos nacen para causar impacto y otros no. Pero esto no puede estar más lejos de la verdad. Lo cierto es que somos nosotros quienes hemos permitido que la línea que divide a los líderes y seguidores sea muy marcada. Somos nosotros quienes no hemos levantado la mano para proponer nuestras ideas, porque eso de no ser creativos, es difícil de creer.
Todos los días te encuentras con algo que te gustaría cambiar; en el trabajo, en la sociedad, en la tecnología, en la economía mundial, o vamos, en tu propia economía. Deseas mejorarlas, pero algunas veces se vuelve desalentador. Aceptas el statu quo porque hacer un cambio real parece imposible para ti. Aun así, te atreves a preguntar: ¿alguien más puede mejorar esto que no me gusta? Una mejor y más retórica pregunta es esta: ¿Por qué no mejorarlo tú mismo líder? Cuando algo te molesta no te atreves a cuestionarlo, porque el negocio de ir en contra de la corriente es muy arriesgado e incómodo. Paradójicamente, cuando más inconforme estás con una situación, eres menos propenso a desafiarla. ¿Por qué? Porque justificarse es una sensación relajante, es un analgésico emocional.
Lo cierto es que tu liderazgo se detiene cuando no tomas la iniciativa para implementar tus ideas y cambiar lo que te molesta. Sin embargo, no generar una buena idea por el simple supuesto de no ser una persona creativa, es un paso todavía más atrás. Todos tenemos la capacidad de poder generar una buena idea. No puede ser que solo algunos nacen programados para ignorar la aprobación de todo el mundo y cuestionar lo que ya está establecido, para desafiar el statu quo. Tú también puedes porque, en realidad, lo tienes todo.
Hay una historia que explica muy bien la genialidad que guardas en el lugar menos probable, se llama “Acres de diamantes”. Nos cuenta el relato de un granjero obsesionado con diamantes que vendió su granja para financiar la búsqueda de estas piedras por todo el mundo. Al poco tiempo de vender la granja, el nuevo dueño encontró por accidente en la tierra uno de los más grandes diamantes que pudieran existir. El viejo granjero jamás encontró nada en su búsqueda por el mundo.
La primer moraleja es evidente, no busques en otro lado lo que tienes ahí mismo en tu casa, en tu empleo, en tu negocio o en tu emprendimiento, y es cierto. Por otro lado, hay otro mensaje mucho más interesante que se puede interpretar de la misma historia y es el siguiente: BAJO TUS PROPIOS PIES, AHORA MISMO, ESTÁ TODO LO QUE NECESITAS.
Todo lo que buscamos está contenido en el talento y las habilidades que hoy tienes. Eres el resultado de años de lectura, de personas, de experiencias, de fracasos y de éxitos que te formaron la mente y el corazón, y no necesitas nada más que lo contenido en tu persona. Tu situación puede dar un golpe de timón el día de mañana y hacerse complicada, pero lo que has conseguido reunir en la mente a través de los años, siempre estará contigo y es suficiente para hacerle frente a las adversidades. Tienes todo para generar buenas ideas.
Hay muchas razones por las que la gente no propone algo nuevo; el miedo al rechazo quizá. También el miedo a fracasar, pero algunas veces, a la gente simplemente no le gusta hacer trabajo creativo. Tenemos una caja de herramientas que hemos alimentado con los años, pero no queremos explotarla o no sabemos cómo y dejamos a alguien más la oportunidad de ser líder y resolver problemas interesantes.
¿Cómo encuentras una idea?
Solemos suponer que existe un equilibrio entre cantidad y calidad: ‹‹si queremos hacer un mejor trabajo, debemos hacer menos››. Pero cuando se trata de generar ideas, eso resulta falso. De hecho, la cantidad es el camino más predecible a la calidad. Tienes que ensayar en la mente muchas variantes hasta tropezar con la mejor. En el camino desarrollarás inevitablemente tu habilidad para separar el trigo de la paja. Con seguridad tu primer propuesta no será inédita, pero puede sorprender a todos; a tu jefe, a tus compañeros o a la empresa para la que trabajas.
De regreso a la pregunta: ¿Cómo encuentras una idea? – No la encuentras. La idea te encuentra a ti. Pero no te va a encontrar sentado, te va a encontrar persiguiendo metas, causando movimiento, generando muchas ideas.
Tal vez te parezca muy insistente el tema de generar propuestas, pero, en palabras del autor Seth Godin:
¿No estás harto de fingir que no puedes marcar la diferencia?
Vivimos en un mundo en donde las personas leen los manuales que otros escribieron. Llegó el momento de que escribas tu propio manual. No fuiste programado para esperar que otros tomen las decisiones importantes. Recuerda que todo está BAJO TUS PROPIOS PIES. Te preparaste por años para convertirte en un verdadero líder. El mundo necesita más líderes. Cada idea, cada acción que tomes enriquece al mundo, no le niegues esa belleza y comparte tu propuesta con todos, ahora mismo tienes todo lo que se necesita.
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Para seguir aprendiendo sobre liderazgo
El éxito y el liderazgo te pertenecen por derecho. No importa el lugar que ocupes en el organigrama o cuáles sean tus circunstancias personales, estos libros te enseñan a apoderarte de tu fuerza extraordinaria. Be‧Líder recomienda los 10 mejores libros sobre liderazgo:
- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell