¡Todas las personas tienen potencial! – Esa es la premisa que sirve de viga para sostener el puente que va desde el liderazgo al éxito. Potencial es una palabra basada en posibilidades; es, como diría John C. Maxwell, la capacidad que todos tenemos para convertirnos en la persona que podemos llegar a ser. Si como líder, sabes que cada una de las personas pueden parecerse cada vez más a la máxima versión de sí misma, la pregunta es: ¿Cómo les ayudas a lograrlo? – A través del coaching. El coaching es una gran estrategia para desarrollar a la gente y que descubra, por sí misma, el potencial que tiene. Es ayudarles a desarrollar la actitud correcta, aprender más acerca de sus fortalezas, sintonizar con su pasión y estar más en contacto con su propósito. No es capacitación, sino una forma de exigencia hacia las personas para desarrollar sus habilidades y transformar sus hábitos y así puedan ser todo lo que pueden llegar a ser.
El coaching, aunque es un término poco utilizado, no deja de ser un acto ejercido sobre todo por líderes que tiene algún tipo de autoridad formal. De hecho, casi se vuelve un ejercicio natural motivado por la propia persecución de los objetivos, es decir: ‹‹si desarrollo a la gente, la gente me ayudará a cumplir las metas propuestas››. Pero, lo interesante y lo que hace que el coaching agregue un valor incomparable, es ofrecerlo por convicción y no por obligación, porque se tiene el deseo genuino de ayudar a otros. En culturas que ensalzan la proeza de ser líderes efectivos más que humanos, la gente puede notar con facilidad cuando su líder quiere ayudarlos de verdad o no, y eso puede hacer la diferencia entre utilizar su desarrollo para ayudar al líder o no.
Ocho técnicas para hacer coaching
Se requiere habilidad para actuar como coach. No solo se trata de hacer adulaciones melosas y correcciones hirientes; mucho fondo pero poco contenido. La manera de adquirir esta habilidad consiste en aprender algunas técnicas y practicarlas hasta su dominio. A continuación se presentan ocho técnicas para ofrecer coaching. A fin de obtener resultados prometedores en la gente, utiliza unas en combinación con otras:
1. Proporcionar retroalimentación específica
Señálale a la gente con claridad los puntos que es preciso mejorar en lugar de hablar en términos generales. Por ejemplo, una generalidad podría ser: “Has estado distraído en el trabajo” en tanto que un comentario específico sobre el mismo problema sería: “El día de ayer tu actitud hacia el trabajo no fue la mejor, prestaste más atención al problema que tuviste con tu compañero que al trabajo”. Reducir las generalidades es igual de importante que evitar las exageraciones, por ejemplo: “Siempre llegas tarde”.
2. Hacer críticas positivas e indoloras
Si deseas ser un buen coach, en ocasiones no podrás evitar señalar algo equivocado o negativo que la otra persona ha hecho o tiene la intención de hacer. Es conveniente ir directo al grano en la crítica, pero también que sea constructiva y positiva de manera que sirva para crecer, de lo contrario puede desmotivar y la buena comunicación podría perderse. ¿Cómo sabes cuando es una critica constructiva? Cuando deja de ser un juicio en un sola dirección que evidencia un error de la persona y se acerca más al concepto de una conversación en la que se descubren los valores, sueños y las capacidades que pueden guiarla en un futuro.
3. Animar a hablar a las personas
Una buena parte de saber escuchar es alentar a la otra persona a hablar. Haz preguntas abiertas que le permitan a la persona explayarse. Las preguntas cerradas no brindan la misma oportunidad de expresarse y por lo general producen respuestas cortas y poco informativas. Iniciemos con una pregunta de la que podríamos obtener un argumento completo como respuesta y no frases cortas que cierren en banda a la conversación.
4. Hacer preguntas poderosas.
Una de las principales funciones del coach consiste en hacer preguntas poderosas o difíciles que le ayuden a la persona a pensar a fondo sobre sus comportamientos o actitudes. Una pregunta poderosa invita a la confrontación de una manera positiva. Podrías hacer, por ejemplo, la siguiente pregunta: “¿Qué acciones crees que te ayudarían a conseguir tus objetivos profesionales?”.
5. Brindar apoyo emocional
Si te muestras constructivo y dispuesto a ayudar, puedes ser capaz de hacerles sentir a las personas lo útiles e importantes que son, les harás sentir escuchadas y mejorarás su desempeño laboral. La empatía emocional se logra con un intento encarecido por alinear tus sentimientos con los de las otra persona. Si logras entender las emociones de la gente, las acciones siguientes serán en automático bien intencionadas.
6. Dar consejos constructivos
Casi todas las personas dan consejos, incluso sin pedírselos, pero un gran líder no da un consejo porque asume que sabe más que los demás, sino que ofrece apoyo incondicional para trabajar juntos y encontrar una solución real al problema. Reúne información y ayuda a pensar. Un ejemplo podría ser: “¿Crees que la raíz de tu problema sea el nuevo horario laboral?”
7. Interpretar los hechos
Interpretar las situaciones requiere mayor habilidad. La interpretación tiene por objeto darle a la persona un mayor conocimiento sobre la naturaleza del problema. Por ejemplo, si escuchas el problema de un operador sobre la pésima relación que tiene con el equipo, puedes decirle: “Tu bajo desempeño en esta semana se debe a la falta de compañerismo entre tú y tus colegas, sin embargo, estás evitando confrontarlos y sólo empeora el problema.” Si el diagnóstico es correcto, la interpretación es de gran utilidad porque te acerca a la verdad y a la solución del problema.
8. Permitir la imitación del desempeño o comportamiento deseado
Una técnica eficaz de coaching es mostrarle a la persona un ejemplo del comportamiento deseado. Un compañero al que se le dificulta el contacto con la gente puede ser instruido por el líder mientras le demuestra como utiliza su carisma para comportarse amable y cercano con las personas.
Conclusión
Algunos líderes podrían decir que si ofrecen demasiados consejos y retroalimentación a los demás, estos pensarán que están interfiriendo con su trabajo o que se comportan como un líder controlador. Pero, la realidad es que la mayor parte de los empleados creen que no reciben suficiente apoyo ni guía en el trabajo. Muchos batallan porque su líder no les brinda la dirección que necesitan. No seas esa clase de líder, acompaña a la gente en todo momento y haz tu verdadero trabajo; el trabajo de ver el potencial en la gente y hacer que se conviertan en lo que pueden llegar a ser.
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- Como ser un líder – Daniel Goleman
- Cómo ganar amigo e influir sobre las personas – Dale Carnegie
- Las 21 leyes irrefutables de liderazgo – John C. Maxwell
- Cómo ganarse a la gente – John C. Maxwell
- Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey
- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell
Hola Sergio, primero agradecerte por lo que tu y tu equipo de colaboradores aportan para el desarrollo de los líderes y personas en general. Admiro su visión y el compromiso con el que lo llevan a cabo. Son congruentes con sus ideales y son, además, muy profesionales. Me queda la sensación de estar tratando con personas que realmente quieren ayudar a hacer un mundo mejor y habemos muchos que ocupamos este tipo de apoyos que ustedes brindan. Muchas gracias y muchas felicidades. Su proyecto y contenidos son maravillosos!!!