Este es un artículo más filosófico que pragmático porque habla en esencia del miedo más que del propio liderazgo. Pero, antes de abandonarlo vale la pena hacerse la siguiente pregunta, ¿te harías llamar un gran líder sin la capacidad para desafiar, no solo lo establecido, sino desafiar a la propia vida por temor al fracaso? Seguramente no lo harías. Aquí encontrarás una clave infalible para hacer frente al miedo, pero, principalmente superar el miedo al fracaso.
Miedo por el futuro que no sucederá
Todos gozamos con la nostalgia de recordar el pasado ¿no es así? Que agradable el sentimiento que nos provocan las cosas que disfrutamos pero que no podemos volver a vivir. Nos encantaría volver atrás pero no podemos. Es fácil sentir esa nostalgia por el pasado. Por otro lado, cuando tenemos la oportunidad de tomar acciones que conlleven un riesgo de fallar y movernos de nuestra zona segura (una idea, un emprendimiento, una propuesta, un cambio radical en la vida o una reinvención laboral) sentimos otro tipo de nostalgia. Ese sentimiento por las cosas que aún no han sucedido y nos provoca ansiedad porque pueden no suceder jamás. Una nostalgia por el futuro.
Imaginar un buen futuro se nos da bien a todos, pero cuando pensamos que no va a ocurrir sentimos añoranza del mismo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, esa visión del futuro es apego. Tenemos apego por un posible resultado, incluso aunque no podamos controlarlo. En introspección, a esa nostalgia del futuro podemos llamarle: miedo.
Si se pudiera utilizar dos veces la palabra miedo en la más irónica de las frases que existe, sería esta: ‹‹siento miedo por no cumplir mis propósitos, sin embargo, me da miedo hacer algo diferente para conseguirlo››.
Date cuenta que son dos tipos de miedo; el miedo de no cumplir nuestros sueños es un aliado en el camino de hacer algo importante -a menos claro, que elijamos un sueño poco extraordinario-. Por otro lado, está el miedo de hacer lo necesario para llegar a donde queremos estar. ¿Sabes por qué sentimos ese miedo? Porque muchas veces el futuro que planeamos es igual a nuestro presente, pero un poco mejor. Cualquier escenario lejos de ese futuro que nos exija un esfuerzo emocional, es inaceptable. ¿Reconoces las palabras: estabilidad, seguridad, soporte? Cuando te expones a algo nuevo, tienes miedo a la pérdida de la serenidad en la que estás sumergido.
¿Qué es el miedo?
Es trillado decir que el miedo es la principal causa por la que no alcanzamos el éxito que en verdad deseamos, pero es cierto, aunque también el miedo es biológico. El hombre en su afán por sobrevivir se valió del miedo para retirarse ante cualquier circunstancia que amenazará su vida. Un mecanismo biológico que continúa en nuestro cerebro. Es imposible no tener miedo gracias a nuestro carácter de individuos.
Pero el miedo también evolucionó con nosotros. Una parte nuestra quiere subir las escaleras, saltar, volar y causar impacto. La otra más primitiva quiere ir sobre seguro, pasar inadvertida. Ha dejado de ser un temor a la oscuridad y a los depredadores para convertirse en el (1)miedo a la pérdida, (2)al cambio, (3)a la crítica y por supuesto (4)el miedo al fracaso.
El miedo a la pérdida, como ya se dijo, es apego. Imaginemos, por ejemplo, que en nuestro momento de mayor valentía decidimos hacer algo extraordinario, incluso cuando alcanzamos ese objetivo, llegaremos al final solo para darnos cuenta que no tenemos lo mismo que cuando comenzamos, ganaste muchas cosas, pero perdiste otras. Ya no te acompañan las mismas personas, perdiste la seguridad de la nómina, perdiste la serenidad con la que vivías o incluso perdiste una supuesta paz mental porque no te exigías un esfuerzo tan grande.
Un cambio también nos exige perder la cómoda y predecible rutina que tenemos. ¿vivir sin un mapa? – Es aterrador. ¿Hacer un cambio para tener que tomar cargo de nuestra persona sin que alguien nos diga qué hacer o cómo hacer las cosas? – Inédito.
¿Qué sucede con el miedo a la crítica? Nos sentimos perfectamente cómodos en un rincón, que no queremos exponer nuestras ideas por miedo al rechazo y por miedo a equivocarnos, por eso preferimos pasar desapercibidos. La paradoja es que en cuanto más te escondes, más arriesgado es todo, cuanta menos conmoción provocas, más probable es que te ignoren. Personalmente cuando alguien me critica significa que, de hecho, hice algo digno de comentar.
El miedo al fracaso se ha convertido en un increíble protagonista en la vida de muchas personas. Cuando intentamos algo nuevo perdemos en el camino algunas cosas y además siempre existe la posibilidad de fallar en el intento. Eso es paralizante.
¿Cómo enfrentar el miedo al fracaso?
En el camino de convertirte en un gran líder, tendrás que combatir con el miedo. Cuando decides hacer algo arriesgado, puedes encontrar el resultado que esperas, pero también puedes encontrar el peor resultado. Ahí está la respuesta; sobre el peor resultado, PRIMERO ACÉPTALO -acepta que puedes fallar- Y LUEGO AGRADÉCELO. Siempre que exista la mínima posibilidad de que las cosas no salgan como esperas, AGRADECE esa posibilidad. ¿Por qué? Porque en el afán de no cruzarte con ese futuro, en la lucha de no llegar a ese resultado decepcionante, te vas a construir como persona.
Imagina un escenario en donde todo lo que decidas emprender ocurra con precisión y facilidad. – Que sencilla sería la vida ¿no?, pero que sencillos seríamos nosotros –. Por eso en el proceso de enfrentar el miedo, aprendamos a atesorar cualquier situación difícil que la vida nos ofrece para nuestro enriquecimiento.
¡El miedo evolucionó con nosotros! Hoy evitamos el riesgo de encontrarnos con la posibilidad de fallar o de sufrir. Tal vez cargamos con experiencias pasadas en las que el futuro nos hizo dudar de nosotros mismos. Esa la razón por la que preferimos quedarnos en la serenidad de las cosas y dejar que otros se atrevan mientras sacudimos la cabeza convencidos de que es demasiado arriesgado. Pero sabes que, esas experiencias nos dan una madurez interior.
Esa es la manera de afrontar el miedo. Arriesgarnos significa que podemos encontrar lo que buscamos o por otro lado podemos encontrar, como diría Viktor Frankl en su libro El hombre en busca de un sentido:
un destino que nos da la oportunidad de conquistar algún valor por vía del sufrimiento y por vía del propio sacrificio.
Nostalgia del futuro. Miedo a la pérdida de un futuro que añoramos. ¿Podrías tener un fracaso personal? Claro que podrías, de hecho, pasará, no siempre desde luego, pero más a menudo de lo que te gustaría, y entonces tendrás tu oportunidad. Lo más grandioso que nos puede ofrecer la vida es la oportunidad de convertirnos en mejores personas.
Tenemos que detenernos aquí. Está claro que unos párrafos no bastarán para compensar una vida sacudida por el miedo, pero es un comienzo. Anteriormente se mencionaron dos tipos de miedo, por eso es necesario que mantengas en mente dos cosas: no dejes de enfrentar tu miedo al fracaso agradeciendo que es posible sufrir en el intento, pues ese sufrimiento nos otorga el carácter de una persona única e irrepetible en el Universo. Y jamás dejes de sentir el otro tipo de miedo; el miedo de llegar al final de la vida para darte cuenta que nunca hiciste lo que algún día imaginaste.
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- Inteligencia emocional – Daniel Goleman
- Las 48 leyes del poder – Robert Greene
- Liderazgo: el poder de la inteligencia emocional
- El líder que no tenía cargo – Robin Sharma
- Las 21 cualidades indispensables de un líder- John C. Maxwell